lunes, 16 de diciembre de 2019

¿Sabía usted que están reapareciendo enfermedades que se creían erradicadas debido a la disminución en el uso de vacunas en infantes?




INTRODUCCIÓN

El uso de vacunas en la infancia ha representado un gran avance en materia de salud pública, pues disminuyó drásticamente la morbilidad y mortalidad por infecciones como sarampión, viruela y  poliomielitis, entre otras, mejorando la calidad de vida de niños y niñas a nivel mundial. Esto podemos evidenciarlo en las afirmaciones hechas por la organización estadounidense Healthy Children en 2015: “...las vacunas son una de las historias de éxito de la medicina moderna. La viruela se declaró erradicada del mundo en 1977. La poliomielitis se eliminó oficialmente de los Estados Unidos y del resto del hemisferio occidental en 1991.(...)A pesar de que hubo 12,230 muertes a causa de la difteria en los Estados Unidos en 1921 (mucho antes de la disponibilidad de la vacuna), solo hubo 1 caso de difteria reportado en 1998 (...). La lista de enfermedades graves que se han erradicado o cuyas cifras se han reducido dramáticamente por las vacunas continúa aumentando, desde las paperas hasta el sarampión, desde la rubéola hasta el tétano.” [1].

Recientemente el Consejo de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos generó un mapa donde se puede observar cómo han surgido brotes de enfermedades que son prevenibles con el uso adecuado de vacunas [2], mostrando que a pesar de los grandes beneficios que han tenido las vacunas en la salud y bienestar de la niñez, durante los últimos diez años varios países se han visto afectados por el resurgimiento de enfermedades que se creían erradicadas. Lo anterior se debe a un creciente miedo a los efectos adversos que estas puedan generar, según una noticia chilena publicada en febrero de 2018. En 2017 las enfermedades prevenibles con vacunas afectaron a 37.985 personas en África, 21.233 en Europa, 6.503 en Norteamérica y 4.012 personas en Sudamérica [3].

Lo anterior nos lleva a pensar: ¿Qué tanto se justifica ese miedo a la hora de vacunar a los niños? ¿Qué consecuencias puede tener el crecimiento de estas epidemias que creíamos desaparecidas? ¿Qué tanto conocemos realmente sobre las vacunas, su función, efectos e importancia en la salud pública? Para intentar resolver estas preguntas, lo invitamos a leer el siguiente texto.


 ¿QUÉ SON LAS VACUNAS? ¿CÓMO AYUDAN A PREVENIR EPIDEMIAS?


Las vacunas son suspensiones de microorganismos muertos o atenuados, proteínas u otros derivados biomoleculares que se administran para la prevención, mejora o tratamiento de enfermedades generalmente infecciosas [4]. Lo que hacen las vacunas para prevenir enfermedades es aprovechar el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico para generar mecanismos de protección “por adelantado” en caso de estar expuestos a cantidades no controladas de microorganismos potencialmente patógenos, es decir, que pueden ocasionarnos enfermedades.

Cuando nuestro organismo se expone por primera vez a un agente extraño, en este caso microorganismos patógenos o sustancias producidas por los mismos, se desencadena un proceso que lleva a la producción de células con memoria inmunológica que en una próxima exposición se encargará de reconocer este agente extraño y  activará diferentes mecanismos de defensa para acabar con él de forma efectiva. Las vacunas representan esa primera exposición: son una estrategia para presentarle de manera controlada esos agentes extraños a nuestro cuerpo antes de entrar en contacto con los mismos de forma no controlada, para que cuando suceda esto último, nuestro organismo pueda defenderse evitando el desarrollo de una enfermedad.

El desarrollo histórico de las vacunas se remonta a 1796, con las observaciones de Jenner sobre la viruela y el descubrimiento de la correspondiente vacuna; casi 100 años después, en 1886, Pasteur logró prevenir con éxito la rabia usando una vacuna y para mediados del siglo 20 (1950) se desarrolló la vacuna contra la poliomielitis [1]. Estos son sólo algunos ejemplos de las investigaciones que han llevado a las vacunas que hoy conocemos y que actualmente se producen bajo estrictos estándares de calidad para garantizar su seguridad.

En cuanto a la reducción de la morbi-mortalidad en infantes, las vacunas han jugado un rol protagónico, ejemplo de ello es un artículo publicado a principios de este año (2019) en la Revista Chilena de Pediatría, que relata el impacto de los regímenes de vacunación implantados en el país sobre el manejo del sarampión. El sarampión es una enfermedad viral, aguda (de corta duración) y eruptiva, que tiene muy alta probabilidad de darse durante la infancia en ausencia de vacunación y genera alta mortalidad en los niños (ver tabla 1) [5]. 




Tabla tomada de: Sarampión: antecedentes históricos y situación actual. Rev Chil Pediatr. 2019;90(3):253-259

Como se puede observar en la tabla, en la época previa a la vacunación el sarampión cobraba la vida de cerca de 110 niños menores de cinco años por cada 100000 en Colombia. Se estima que en esta época más de 2,5 millones de niños morían al año por causa del sarampión a nivel mundial. Luego de comenzar a implementar el esquema de vacunación, las tasas de morbilidad y mortalidad en Chile cayeron en 93% y 99%, respectivamente.


La eficacia de esta vacuna ha sido ampliamente demostrada, pero al ser una enfermedad fácilmente transmisible se necesitan coberturas mayores al 95%, lo que quiere decir que para que la población esté realmente protegida frente a esta enfermedad, mínimo 95 de cada 100 personas deben estar vacunadas. Es aquí donde cobra importancia que la gran mayoría de la población (en lo posible la totalidad) esté inmunizada para poder poner un freno real al avance de la epidemia: entre más personas tengan la vacuna, menor es la probabilidad de que el virus se propague en la comunidad. Sin embargo, a inicios de este año la OMS anunció que el sarampión está circulando en casi todo el mundo por el no cumplimiento de las tasas de cobertura necesarias (se reportaron 229 mil casos el 2018), lo que ha generado un grave problema de salud pública global [5].

El del sarampión es tan sólo un ejemplo de cómo las vacunas han logrado impactos enormes en la salud pública global, mejorando la calidad de vida en la población y salvando vidas. Ahora bien, teniendo a disposición tanta evidencia sobre los beneficios que trae consigo el uso de  vacunas, es de pensar que no habría razón para dudar al respecto, sin embargo desde hace un tiempo algunos padres se rehúsan a inmunizar a sus niños y niñas. ¿Por qué?




        ¿POR QUÉ SE HA GENERADO MIEDO A LAS VACUNAS A NIVEL MUNDIAL? CASOS

Uno de los casos que han atraído más la atención hacia la seguridad de las vacunas fue la asociación entre el uso de vacunas y el desarrollo de autismo, una idea que proviene de una publicación de 1998 realizada por Wakefield et al. en la revista The Lancet [6]. En el estudio mencionado se evaluaron doce niños con molestias gastrointestinales, que por un posible fallo en la absorción de vitamina B12 contribuyen a alteraciones neurosiquiátricas, cosa que se le atribuyó a la vacuna triple viral (MMR) debido a que se le había aplicado previamente a ocho de los doce pacientes estudiados. 

Sin embargo dichos estudios no pudieron ser replicados y 12 años después en 2010 la revista The Lancet presentó la retractación del artículo, además Andrew Wakefield había solicitado una patente para su propia vacuna antes de presentar el artículo en The lancet, por lo que se le acusó de un conflicto de intereses y fue declarado no apto para ejercer la profesión médica. [7] Aunque se ha demostrado más de una vez la falsedad de dicha relación entre las vacunas y el autismo [8], esta publicación fue una de las semillas de un miedo a las vacunas que, aún hoy en día, permanece latente.

En esta época moderna los profesionales de la salud se encuentran cada vez más con padres consternados acerca de la vacunación de sus hijos, se muestran temerosos o renuentes a vacunarlos. Esta oposición puede tener motivos religiosos, filosóficos o personales que radican a la facilidad con la que se puede acceder a cualquier tipo de  información junto con los medios de comunicación que publican casos como el anterior, lo que en ocasiones lleva a tomar decisiones basadas más en la desinformación que en una revisión bibliográfica a conciencia. Haciendo click aquí, puede consultar algunas preguntas y respuestas sobre las vacunas publicadas por la OMS.

        CONTEXTO DE LA VACUNACIÓN EN COLOMBIA

En Colombia, como en muchos países latinoamericanos, la vacunación inicia hacia la década de los 60, pasando por procesos de oferta pasiva, demanda de la población y el Servicio de Erradicación de la Malaria (SEM) hasta llegar a la implementación del PAI (Programa Ampliado de Inmunizaciones) en 1974; dicho programa formó parte de las estrategias de salud pública de la OPS/OMS para contrarrestar las enfermedades prevenibles por vacunas. Desde entonces, Colombia ha sido uno de los países destacados por sus avances en el diseño y ejecución de programas de vacunación con estrategias originales y atractivas, como las Jornadas Nacionales de Vacunación, que permitieron llegar a la mayor cantidad posible de niños  [10].

Actualmente, en nuestro país el esquema de vacunación para niños de 0 a 5 años es gratuito y usted puede revisarlo haciendo click aquí. Las vacunas incluidas son: BCG, hepatitis B, polio, pentavalente (Hepatitis B, Haemophilus influenza tipo B, Difteria-Tosferina-Tétano (DPT)), rotavirus, neumococo, influenza, Triple viral (sarampión, rubéola, paperas), hepatitis A y fiebre amarilla.  [11]

Para finales de junio de este año, el Instituto Nacional de Salud recomendó mejorar las coberturas de vacunación en mujeres embarazadas para enfrentar la muerte en bebés menores de dos meses por contagio de tos ferina. En el boletín epidemiológico también se menciona que los casos notificados de sarampión durante 2019 (63) superan los esperados (36)  [12]. Adicionalmente, el informe de evento de fiebre amarilla para el primer semestre de 2019 resalta que la vacunación juega un papel primordial en la prevención de esta enfermedad, por ser la estrategia más segura, eficaz y asequible [13].

Teniendo en cuenta lo anterior, y demás información disponible en la página web del Instituto Nacional de Salud, junto con la disponibilidad gratuita de todas estas vacunas en el esquema de vacunación nacional, resaltamos la importancia de hacer uso de estos beneficios para proteger la salud no sólo de cada niño vacunado, sino de la población en general. Ahora, para finalizar, lo invitamos a conocer algunos aspectos que pueden solucionar dudas frecuentes respecto al riesgo en el uso de vacunas.

        BALANCE RIESGO/BENEFICIO DE LAS VACUNAS

En la actualidad los padres, en especial los primerizos, expresan su preocupación acerca de la seguridad de las vacunas, surgen preguntas como ¿Las vacunas pueden hacerle daño a mi hijo? ¿Puede mi hijo contraer una enfermedad por vacunarse?. Para responder estas preguntas debemos conocer los hechos:

Primero:  las vacunas son administradas para generar en un individuo la máxima inmunidad frente a enfermedades contagiosas, enfermedades las cuales de llegar a producirse, pueden generar complicaciones graves e incluso la muerte [14]

Segundo: Las reacciones adversas son tan antiguas como la administración de las primeras preparaciones farmacéuticas tales  como ungüentos  e infusiones, incluso los remedios caseros [14], lo que quiere decir que siempre que usamos cualquier tipo de medicamento o tratamiento (aunque sea de origen natural) hay un riesgo asociado de tener reacciones adversas.

Tercero: Las reacciones adversas asociadas a las vacunas son profundamente estudiadas en la fase de desarrollo y precomercialización de las mismas, en donde deben superar un balance riesgo beneficio para poder ser comercializadas; estas pueden ser de tipo alérgico, debidas a errores operativos, coincidentes o razones idiosincráticas. Las agencias sanitarias como la FDA en USA el INVIMA en Colombia  tienen programas de farmacovigilancia además de una legislación rigurosa que procura disminuir los problemas relacionados al uso de los medicamentos como las vacunas [14]

Cuarto: Los efectos más comunes a la hora de vacunarse incluyen dolor en el sitio de aplicación, fiebre leve o mareo y algunas reacciones específicas para cada vacuna, que los profesionales de salud deben indicar antes de la aplicación. Es probable que ni siquiera se lleguen a sufrir estas reacciones, y en caso de darse, son transitorias, leves y no representan ningún riesgo para la salud o calidad de vida del paciente.

Quinto: Hasta el momento no se ha demostrado evidencia científica fuerte, en donde se establezca el desarrollo de autismo con la vacunación; la publicación de Wakefield et al. en la revista The Lancet generó mucha controversia al establecer que las vacuna de la triple viral (Sarampión, Rubéola y Paperas)  era causa de autismo, el estudio planteado por Wakefield no pudo ser replicado en otros escenarios y además se encontró que este poseía un conflicto de intereses, por lo que la publicación fue retractada y Wakefield fue retirado de la práctica médica[15] [16]

        MENSAJES CLAVE

      Los programas de vacunación son una de las estrategias más beneficiosas en la prevención de enfermedades dentro de los programas de salud pública.
      Las vacunas, como cualquier medicamento, no están exentas de causar efectos adversos. Sin embargo la mayoría de ellos son leves, bien tolerados y controlables.
      Es necesario conocer los falsos atributos sobre el uso de vacunas para evitar prescindir de los grandes beneficios que estas les ofrecen a los niños y a la población entera. Procure informarse siempre de fuentes confiables (entidades gubernamentales, agencias regulatorias como el INVIMA, FDA, u organizaciones como la OMS), todos estos entes tienen páginas web abiertas al público donde encontrará información libre de sesgos.
      Recomendamos a la comunidad en general seguir el esquema de vacunación del país, pues está avalado por la Sociedad Colombiana de Pediatría (SCP) y la Asociación Colombiana de Infectología (ACIN), entre otras. Recuerde que los riesgos de contraer una enfermedad grave por no administrar la vacuna son mucho mayores que el riesgo de que la vacuna produzca una reacción grave [17].
      Es importante guardar el carné de vacunación de sus hijos para llevar un registro actualizado del esquema y saber tanto las vacunas aplicadas como las faltantes.
      Si usted es un profesional de la salud, recomendamos que promueva el uso de vacunas a toda la comunidad, haciendo énfasis en la población infantil, brindando información adecuada y suficiente sobre el balance riesgo/beneficio que se le atribuye a la inmunización. 
      Si usted administra vacunas asegúrese de empoderar a la comunidad brindando la información necesaria sobre la seguridad y eficacia de la vacuna a aplicar entregando a la persona, cuando aplique, el inserto con el que viene el producto.
      Si posterior a la vacunación usted evidencia que no cesan síntomas de irritabilidad, malestar general y/o presenta fiebre consulte a su médico a la mayor brevedad posible.


        CONCLUSIONES

     El desarrollo de las vacunas ha sido uno de los hechos de mayor impacto histórico en la reducción de morbi-mortalidad de niñas y niños a nivel mundial, convirtiendo en casos aislados enfermedades que antes causaban graves epidemias.
     Aunque muchas de estas enfermedades parecen haber desaparecido, sigue siendo indispensable el uso de vacunas para prevenir su reaparición, en especial en la actualidad donde viajar por el mundo es más asequible para la mayoría, lo que sin duda aumenta la probabilidad de convertirnos en una fuente móvil de alguna de estas enfermedades.
     La vacunación no sólo protege a la persona inmunizada sino a la comunidad en general pues entre más personas estén vacunadas más grande será la barrera que proteja nuestra salud, incluso la de quienes no estén inmunizados.
     Es muy importante mantenerse bien informado, y de fuentes confiables, respecto al uso de vacunas y demás medicamentos para hacer un manejo adecuado de los mismos.


1.       REFERENCIAS

  1. Healthy Children. Historia de las vacunas. Disponible en:
  1. Vaccines work. Vaccine-preventable disease outbreaks. Disponible en:  http://www.vaccineswork.org/vaccine-preventable-disease-outbreaks/ [Consultado el 03 de octubre de 2019]
  2. La Tercera. Los casos de enfermedades "muertas" que reaparecieron por el movimiento antivacuna. Disponible en:
  1. National Center for Biotechnology Information. PubMed. Vaccines. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/mesh/68014612 [Consultado el 03 de octubre de 2019]
  2. Fadic R.; Repetto G. Sarampión: antecedentes históricos y situación actual. Revista Chilena de Pediatría 2019; 90(3): 253-259.
  3.  M. Aparicio Rodrigo. Antivacunas: un reto para el pediatra. Rev Pediatr Aten Primaria vol.17 no.66 Madrid abr./jun. 2015.
  4. Segura B., A. La supuesta asociación entre la vacuna triple vírica y el autismo y el rechazo a la vacunación. Gac Sanit. 2012;26(4):366–371
  5. Hvidd A, Hansen J, Frisch M, Melbye M. Measles, Measles, Mumps, Rubella Vaccination and Autism: A Nationwide Cohort Study. Ann Intern Med. 2019;170:513-20.
  6. Organización Mundial de la Salud. Preguntas y respuestas sobre inmunización y seguridad de las vacunas. Disponible en: https://www.who.int/features/qa/84/es/ [Consultado: 06 de octubre de 2019]
  7. Medellín, un hogar para la vida. Programa ampliado de inmunizaciones – PAI. Disponible en:
  1. MinSalud. Esquema de vacunación. Disponible en:  https://www.minsalud.gov.co/proteccionsocial/Paginas/EsquemasdeVaunaci%C3%B3n.aspx [Consultado: 03 de octubre de 2019]
  2. Instituto Nacional de Salud. Boletín Epidemiológico Semanal. Semana epidemiológica 27. 30 de junio al 6 de julio de 2019. Disponble en:
  1. Instituto Nacional de Salud. Informe de evento. Fiebre amarilla. Disponible en:  https://www.ins.gov.co/buscador-eventos/Informesdeevento/FIEBRE%20AMARILLA%20SEMESTRE%20I%202019.pdf [Consultado: 05 de octubre de 2019]
  2. Garcés Sánchez M, Renales Toboso M, Minguell González P. Controversias en vacunas: seguridad vacunal: ¿Qué sabemos y qué podemos hacer para evitar errores en la práctica diaria? Pediatría Atención Primaria. 2010
  3. Davidson M. Vaccination as a cause of autism-myths and controversies. Dialogues Clin Neurosci. 2017
  4. Ricardo Fadic R, Guillermo Repetto D. Measles: Historical background and current situation. Rev Chil Pediatr. 2019;90(3):253–9.
MinSalud. Lo que debes saber sobre las vacunas. Disponible en:  https://www.minsalud.gov.co/salud/publica/Vacunacion/Paginas/Lo-que-debes-saber-sobre-vacunas.aspx [Consultado: 06 de octubre de 2019] 

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