La llegada de la pandemia en el 2020 obligó a la humanidad a tomar conciencia de la importancia de la limpieza de manos y superficies. ¿Pero qué es la limpieza exactamente? ¿Es diferente de la higiene y desinfección? Una buena limpieza previene enfermedades infecciosas y ayuda a mantener la vida útil de ciertos productos. Típicamente se divide en 4 etapas: limpieza en seco, lavado, enjuagado y secado. Dentro de las técnicas de lavado se destaca el barrido, aspirado, fregado o lavado con agua, jabón o detergente. En ocasiones se utilizan equipos como cepillos mecánicos, generadores de vapor, etc. El objetivo de la limpieza es eliminar materia orgánica como polvo, sustancias perjudiciales o agentes microbianos, porque la acumulación de mugre facilita el deterioro rápido del ambiente y el crecimiento de microorganismos potencialmente patógenos. Mediante la limpieza también se evita la contaminación cruzada, que es importante, por ejemplo, en el ámbito culinario. Por otro lado, la desinfección se refiere a la remoción enfática de microorganismos de superficies inanimadas —incluyendo a aquellos potencialmente patógenos—, pero no implica la destrucción de todos los microorganismos presentes, lo que sería una esterilización. Es decir, sólo se realiza una disminución del número de microorganismos hasta un nivel aceptable, que no representa riesgos para la salud. Se puede limpiar sin desinfectar, pero no se puede desinfectar sin limpiar. La higiene —como la define la OMS— es la convergencia entre limpieza y desinfección, y son todas aquellas medidas y precauciones necesarias que garantizan que un producto de consumo sea inocuo.
Para hacer limpieza, se puede encontrar gran variedad de
productos disponibles dependiendo del uso objetivo que se les quiera dar. La
eficacia de la limpieza depende de la elección apropiada del agente de
limpieza; del tiempo en el que ejerce su acción; de la temperatura, la
velocidad y fuerza de la aplicación; y la concentración del agente per se [1].
Tipos de residuos |
Ejemplos |
Agentes de limpieza |
Características |
Solubles en agua |
Azúcares simples, sales minerales, algunos
almidones. |
Bases-álcalis |
Suavizan agua por precipitación de iones y
saponifican grasas. |
Solubles en álcalis |
Proteínas, almidones asociados a proteínas y
grasas, biopelículas. |
Fosfatos complejos |
Emulsifican grasas y aceites, rompen proteínas,
dispersan y suspenden aceites, suavizan el agua por acción secuestrante,
facilitan la remoción de jabón sin ser corrosivos (enjuagabilidad). |
Solubles en ácidos |
Sales de calcio o magnesio, depósitos de hierro,
algunos almidones. |
Tensoactivos |
Emulsifican y dispersan grasas, confieren
humectabilidad, forman espuma, enjuagabilidad. |
Disolubles en
tensioactivos |
Aceites, grasas, cebos, residuos de alimentos,
algunas biopelículas. |
Secuestrantes y
ácidos |
Suavizan el agua, evitan depósitos de minerales y
rompen proteínas. |
En Colombia en muchas ocasiones, por desconocimiento, se le suele dar un mal uso no solo a los agentes de limpieza, sino a los agentes desinfectantes. Estos últimos implican un potencial riesgo en salud pública, ya que pueden ocasionar serias lesiones sobre, por ejemplo, la piel. Dada la amplia variedad de productos que se utilizan para estos fines de higiene en el marco de la pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2, conviene destacar algunas diferencias sustanciales entre estos agentes desinfectantes:
● Antisépticos: Se aplican sobre tejidos vivos. Algunos ejemplos son: alcohol etílico al 70%, clorhexidina, jabones, detergentes, soluciones yodadas, metales pesados y peróxido de hidrógeno del 3% al 6%.
● Desinfectantes: Se aplican sobre superficies inanimadas. En caso de extrema urgencia, podrían llegar a utilizarse sobre tejidos vivos, pero bajo la supervisión de un especialista. Los antisépticos pueden ser desinfectantes, pero idealmente un desinfectante no debe ser antiséptico; si bien el mecanismo por el cual la sustancia actúa sobre el microorganismo no cambia, no siempre se puede utilizar cualquier producto sobre la superficie de la piel ya que puede llegar a irritar la mucosa por la concentración que pueda tener el producto: un antiséptico debe tener una concentración mucho más baja que no llegue a producir toxicidad.
Asimismo, existen diversos tipos de desinfectantes de acuerdo al nivel al que actúan:
Nivel |
Actúa sobre |
Ejemplos |
Bajo |
Mayoría de formas vegetativas bacterianas; algunos
hongos y virus encapsulados. |
●
Alcohol
70% ●
Amonios
cuaternarios ●
Halógenos ●
Fenólicos ●
H2O2 |
Medio |
Formas vegetativas bacterianas; mayoría de hongos y
virus. |
●
Glutaraldehído
2% ●
H2O2
> 7% ●
Ácido
peracético |
Alto |
Formas vegetativas bacterianas; micobacterias;
hongos; virus encapsulados y no encapsulados; y esporas bacterianas. |
●
Óxido
de etileno ●
Hipoclorito ●
Glutaraldehído |
Esterilización
química |
Cualquier tipo de microorganismo. Se logra
utilizando un desinfectante de nivel alto, pero el tiempo de contacto es
mayor. |
MENSAJES CLAVES
En el marco de la pandemia por COVID-19, es común que la
necesidad de mantener condiciones higiénicas sea tan importante para algunas
personas que utilicen indistintamente antisépticos y desinfectantes, lo que
podría poner en riesgo su salud. Hay que resaltar una diferencia clave: los antisépticos se aplican sobre tejidos
vivos, y los desinfectantes sobre
superficies inanimadas. Algunos antisépticos pueden llegar a ser desinfectantes
dependiendo de su concentración. Para disminuir la probabilidad de contagio es
de capital importancia el distanciamiento social y el lavado de manos, así como
la desinfección de superficies. El jabón y el alcohol al 70% es una buena
estrategia para la sanitización de manos, y los desinfectantes de nivel bajo y
medio pueden resultar útiles para aplicar sobre superficies. Lo importante es
comprender la indicación que tienen estos productos para así poder darles un
uso racional, propendiendo por la salud pública.
CONCLUSIONES
Es posible limpiar sin desinfectar, pero no desinfectar sin limpiar. La convergencia de ambas acciones deriva en la higiene, que es el conjunto de medidas que se toman para evitar la transmisión de enfermedades. Para la desinfección se emplean agentes desinfectantes, que se categorizan en antisépticos y desinfectantes como tal. Los antisépticos pueden utilizarse sobre tejidos vivos, mientras que los desinfectantes se aplican sobre superficies inanimadas. Es importante que la población comprenda esta diferencia para mitigar los riesgos del uso indiscriminado de estas sustancias en el marco de la pandemia actual.
REFERENCIAS
- Denyer, S. P.,
Hodges, N., Gorman, S. P., Gilmore, B. F. Hugo & Russell’s
Pharmaceutical Microbiology. West Sussex: Willey-Blackwell; 2011.
- González, L. Antisépticos y desinfectantes. Offarm. 2003; 22(3): 64 - 69.
- Bilbao, N. Antisépticos y desinfectantes. Farmacia Profesional. 2009; 23(4).
- United States Pharmacopeia and National Formulary (USP 43-NF 38). (1072) Disinfectants and antiseptics. United States Pharmacopeial Convention. 2021.
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